¿Quiénes somos?

Podríamos definirnos como un grupo de jóvenes que, a día de hoy, estudiamos 2º curso de Enfermería y que utilizaremos este blog a modo de herramienta complementaria de la asignatura de Enfermería Médico-Quirúrgica.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Práctica 2

              Cura seca de una herida
En la práctica aprendimos el procedimiento que hay que seguir a la hora de hacer una cura seca. Lo primero de todo es conocer bien de forma ordenada todos los pasos a seguir.
Comenzamos poniéndonos gorro, mascarilla y bata; y procedemos a hacernos un lavado de manos quirúrgico (lavado hasta el codo más o menos).
A continuación, preparamos el material que vamos a necesitar en una mesa de Mayo, en la que previamente habremos colocado con cuidado un paño estéril.
- Tijeras de Metzenbaum o de Mayo.









- Pinzas: Kocher, Pean o Aliss.











- Gasas.









- Pinzas de disección Adson o con dientes.








- Jeringa y aguja.











Fuera de la bandeja preparada debemos tener ya la solución antiséptica, en este caso, la povidona yodada y el suero fisiológico. También es recomendable tener una fuente de luz artificial y una lupa para observar con claridad la herida.











Ahora preferiblemente antes de colocarnos unos guantes estériles sin tocar nunca la parte exterior del guante, retiramos el apósito que haya en la herida que primeramente vamos a curar y después colocamos una sábana fenestrada sobre dicha herida para aislarla del resto del cuerpo.
 Una vez hecho esto, nos colocamos los guantes estériles y procedemos a montar las torundas con la ayuda de unas pinzas de disección y unas pinzas de Pean por ejemplo. Ahora, impregnamos las torundas en suero fisiológico para limpiar la herida de dentro a fuera en forma de espiral si la herida es circular, o por el contrario de arriba hacia abajo, en el mismo sentido, si la herida es longitudinal. Si hablamos de una herida con una gran separación de bordes y profunda, deberemos proyectar el suero fisiológico con una jeringa dentro de la herida para expulsar toda la suciedad que haya.
A continuación debemos secar la herida con torundas nuevas, procediendo tras ello a aseptizar la herida, para lo que utilizaremos nuevas torundas impregnadas en solución antiséptica (povidona yodada).
Hecho esto, nos queda tapar la herida o con un apósito, o con una gasa (o dos como mucho, para que la herida pueda transpirar) y esparadrapo. 

Práctica realizada el 4 de octubre de 2011.

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