Tumores Pancreáticos
Referencia Bibliográfica:
Díaz Rubio E, López Vega JM, Díaz Rubio M. Cáncer del páncreas. En: Díaz Rubio M. Gastroenterología. Madrid: Intersistemas .DL.;1991. p. 393-399.
Estamos ante un tipo de cáncer que a día de hoy tiene una prevalencia de entre el 2 y el 4%y cuyo índice de supervivencia apenas ronda el 2%. Es más frecuente su aparición en varones y en personas cuya edad está entre los 50 y los 80 años.
Respecto a los factores etiológicos, una dieta rica en grasas animales aumenta la probabilidad de padecer cáncer de páncreas, mientras que una dieta rica en productos vegetales la disminuye. Por otra parte, está demostrado que el tabaco influye directamente en la aparición de estos tumores; en cuanto a los factores sociales, un trabajo habitual con disolventes industriales también tiene una influencia negativa.
Los tumores del páncreas se originan casi en su totalidad en la parte exocrina, siendo el 98% malignos. El tipo histológico más frecuente recibe el nombre de adenocarcinoma ductal (80% de todos los CP), el cual se asienta con más frecuencia en la porción proximal del páncreas, carece de delimitación y a menudo es de gran tamaño. En cuanto a la propagación, el tumor se extiende directamente invadiendo rápidamente estructuras y órganos adyacentes (estomago, duodeno, vena porta, mesentérica). Puede llegar a obstruir los conductos pancreáticos y la via biliar extrahepática dando lugar a ictericia, o bien puede invadir los nervios esplácnicos, originando el dolor.
Estamos hablando de una propagación tan rápida que cerca del 50% de los pacientes son diagnosticados ya con metástasis hepática.
En cuanto a las manifestaciones clínicas:
Los síntomas suelen comenzar con quejas indefinidas, o bien el tumor evoluciona de forma silente. Se puede dar cuadro vago de anorexia, nauseas, dolorimiento abdominal y pérdida de peso, pero normalmente, hasta que no aparece el dolor franco y la ictericia no se suele dar con el diagnóstico correcto.
El dolor aparece en un 90% de los casos y suele ser el motivo por el que el paciente acude al médico.
De la exploración física no se suelen obtener signos evidentes hasta que el tumor no ha avanzado y es posible palpar la vesícula distendida, o detectar hepatomegalia.
Pronóstico y Tratamiento:
En pacientes resecables se estima una supervivencia de 18 meses, para los localmente avanzados 10 meses y 6 para los pacientes metastásicos. Pero generalmente no podemos olvidar que estamos hablando de una enfermedad cuya tasa de supervivencia apenas llega al 2%.
El tratamiento tiene dos finalidades básicas; la primera consiste en ofrecer una cirugía satisfactoria en aquellos pacientes no terminales y en los que sí lo sean, prologar su supervivencia al menos para mejorar su calidad de vida.
Las 3 modalidades terapéuticas son:
- 1.Cirugía: en la mayoría de los casos estamos ante una cirugía paliativa en la que sólo se lleva a cabo una derivación biliar, o una gastroenterostomía si existe obstruccion duodenal. Cuando el tumor se encuentra bien localizado, se puede emplear una cirugía resectiva radical.
- 2.Radioterapia: empleada principalmente en tumores localmente avanzados e irresecables. Se obtiene un 50% de las respuestas, pero la supervivencia está en torno a 10 meses. Es decir, este tratamiento tiene mayormente un efecto paliativo contra el dolor.
- 3.Quimioterapia: al igual que la radioterapia, tiene una finalidad paliativa básicamente. Puede aumentar la supervivencia, pero a cambio de una cierta toxicidad; por lo que este tipo de tratamiento es aconsejable para enfermos en buen estado, dentro de lo que cabe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario