¿Quiénes somos?

Podríamos definirnos como un grupo de jóvenes que, a día de hoy, estudiamos 2º curso de Enfermería y que utilizaremos este blog a modo de herramienta complementaria de la asignatura de Enfermería Médico-Quirúrgica.

jueves, 6 de octubre de 2011

Bibliografía 3

Traumatismos, heridas y contusiones
Referencia Bibliográfica
  • González Gómez I, Herrero Alarcón A. Madrid: DAE; 2009
  • Nayduch D. Enfermería de urgencia. En: O'Connell Smeltzer S, Bare B. Enfermería Medicoquirúrgica de Bunner y Suddarth. 10ªed. México: Interamericana McGRAW-HILL; 2004. p. 2358-2394

Para realizar esta bibliografía, he utilizado los dos libros citados, para poder complementar las informaciones de ambos. Aunque me he visto en la necesidad de enfocar el tema hacia las heridas únicamente, ya que en estos libros apenas existe información sobre traumatismos y contusiones, más allás de las técnicas utilizadas por el personal de enfermería.

Se denomina herida a cualquier lesión física que conlleva la rotura de la piel, habitualmente provocada por una acción o accidente y no por una enfermedad. Cabe mencionar que no solo existen heridas accidentales, sino que también podemos hablar de heridas producidas como consecuencia de un tratamiento quirúrgico.

Dentro del grupo de heridas producidas de forma accidental, podemos clasificarlas según dos criterios
      - Por su gravedad:
             -Abierta
             -Cerrada
             -Simple
             -Complicada
       - Por el elemento que las produce
             -Incisa
             -Contusa
             -Inciso-contusa
             -Punzante
             -Por avulsión
             -Por laceración
             -Por abrasión
             -Por aplastamiento
             -Por arma de fuego.

Es importante determinar cuándo y cómo ocurre la herida, debido a que el retraso en el tratamiento superior a 3 horas incrementa el riesgo de infección.

A la hora de realizar la limpieza de la herida, podemos utilizar dos métodos (o un método mixto utilizando ambos): el cierre primario y/o el cierre secundario.

          -Cierre primario: la decisión de suturar una herida depende del tiempo transcurrido, del grado de contaminación y de la vascularidad del tejido. El cierre comienza con la aproximación de grasa subcutánea sin presión mediante unas cuantas suturas. La capa subcuticular se cierra a continuación y por último, se cierra la epidermis. Las suturas deben colocarse cerca de la orilla de la herida con los bordes al mismo nivel para promover una cicatrización óptima.
          -Cierre secundario: está indicado en casos de pérdida de tejido o potencial elevado de infección. Se utiliza una capa delgada de gasa cubierta por un apósito. Cuando no hay signos de supuración, la herida debe suturarse. El sitio se inmoviliza y eleva para limitar la acumulación de líquido. Se administra profilaxis para el tétanos, con base en la condición de la herida y el estado de inmunización del sujeto.


Bibliografía realizada el 3 de Octubre por Gloria Esther Barba Fajardo

No hay comentarios:

Publicar un comentario