¿Quiénes somos?

Podríamos definirnos como un grupo de jóvenes que, a día de hoy, estudiamos 2º curso de Enfermería y que utilizaremos este blog a modo de herramienta complementaria de la asignatura de Enfermería Médico-Quirúrgica.

lunes, 10 de octubre de 2011

Práctica 2

CURA DE HERIDAS
En esta práctica aprendimos la realización de curas de heridas, principalmente la cura seca de cualquier herida quirúrgica. Vamos a comentar la elaboración de torundas, los requisitos mínimos que ha de disponer una sala o consulta cuando no contamos con una sala de cirugía menor, la preparación del material, el paciente así como del personal y por último el procedimiento de actuación.
El objetivo principal de la práctica es la el aprendizaje de las curas de heridas, según el tipo de herida que nos encontremos, para su correcta limpieza, evitando así las posibles infecciones que se pueden ocasionar, y así conseguir que la cicatrización sea mas rápida y efectiva.
El procedimiento de realización de torundas consiste en juntar las cuatro esquinas de la gasa mediante las pinzas y las tijeras formando una especie de globo con una parte lisa para frotar sobre la herida o haciendo dobleces a la gasa.

Los procedimientos de cirugía menor, al realizarse sobre tejidos y estructuras superficiales y de fácil acceso no requieren un quirófano convencional ni un entorno estéril aunque si se practica de forma sistemática lo ideal es disponer de un área quirúrgica destinada a esta actividad, es decir, contar con una sala de cirugía menor. A falta de estos requisitos, dichos procedimientos pueden realizarse en cualquier espacio limpio. Las propias consultas de enfermería o una sala de curas pueden destinarse a esta actividad siempre que reúna unas siguientes condiciones mínimas:
-      Camilla.
-      Fuente de luz dirigible.
-     Superficie auxiliar con ruedas y de altura regulable para desplazar el equipo instrumental.
-      Asiento
-      Lavabo  y agua corriente
-      Contenedor para la eliminación segura de productos biológicos
-      Material de reanimación cardiopulmonar básico instrumentalizado.
-      Silla, percha y biombo para respetar la intimidad del paciente que deba desvestirse.
PREPARACIÓN
Del material
Es necesario disponer de una mesa auxiliar donde instalar un campo estéril para colocar el material quirúrgico: tijeras, pinzas de kocher o de disección, guantes estériles, gasas, paños estériles para cubrir la superficie auxiliar, agujas, jeringuillas, en general, todo el material estéril. Por otro lado, al alcance del profesional sanitario, en una mesa auxiliar o en una batea será donde colocaremos el material que no esté estéril, como  esparadrapo, la povidona yodada, suero fisiológico... y así evitar la contaminación del material.



Campo estéril con material quirúrgico
Del paciente
-      El lugar ideal para la realización de la cura es la sala especialmente asignada para ello.
-    Si el paciente no puede trasladarse, se efectuará en su propia cama, colocándolo de forma cómoda y en posición relajada, ayudado con almohadas si fuera necesario.
-      Las cortinas alrededor de la cama estarán corridas y las sábanas dispuestas de modo que el paciente guarde su intimidad, exponiendo sólo el área de la herida.
-      La luz ha de estar dispuesta de manera que la enfermera tenga una buena visión de la herida.
Del personal
-      Recogerse el cabello
-      Colocarse los guantes y la bata
-      Si es preciso, colocarse la mascarilla y las gafas de protección.
REALIZACIÓN DEL  PROCEDIMIENTO
Cada cura ha de hacerse en las máximas condiciones de asepsia para evitar cualquier contaminación de la herida.

Fases de la cura de heridas
1.    Retirada del apósito que se hará con instrumental distinto del que se utilice a continuación para renovarlo.
-      Las gasas de apósito sucio deben levantarse tirando en la misma dirección de la herida, pues si se hace en dirección transversal pueden despegar los bordes de la misma.
-    Cuando el apósito está seco y pegado a una herida, puede humedecerse con suero fisiológico para facilitar su retirada.
-      Para evitar dificultades con la retirada del apósito en las heridas con abundante tejido de granulación, éstas pueden cubrirse con gasas vaselinadas.

2.  Limpieza de la herida: humedecer la torunda con suero fisiológico y limpiar la zona circundante de la herida, desechar la gasa y, con otra, limpiar la herida desde la parte superior a la inferior en un solo movimiento o en movimientos circulares desde dentro a fuera. Cada movimiento que realicemos para limpiar la herida necesitará una torunda nueva, es decir, cuando limpiemos la herida, desechar la torunda y procedemos a la realización de otra nueva para seguir limpiando con las mayores condiciones de asepsia posible. 

3.    Coger otra torunda y secar la herida haciendo toques con una gasa sin frotar, del centro de la herida a los extremos. Aquí también desechamos las torundas después del primer uso.

4. Aseptizar la herida: desinfectarla con el antiséptico indicado (povidona yodada), cogemos otra torunda y encima de un contendor  echamos la povidona sin tocar la boca del bote con la torunda ya que el antiséptico no está estéril.

5.    Colocar el apósito: si no utilizamos un apósito o venda elástica, con gasas dobladas cubrimos la herida y la fijamos mediante esparadrapo por los límites dejando una parte central sin cubrir para que la herida transpire.

6.    Retirada del material:

-    Poner los materiales desechables usados durante el procedimiento en el recipiente adecuado.

-       Los reutilizables, como tijeras y pinzas, se enviarán a la unidad de esterilización después de su limpieza.


Práctica realizada por Gloria Esther Barba Fajardo, Cristina Rodríguez-Carretero Ropero y Cristina Felipe Sánchez a 3 de Octubre de 2011.








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