EL PACIENTE TERMINAL
Referencia bibliográfica:
Mengual.B.F. El paciente terminal. Guía de Actuación Clínica en A.P.PDF; (52). Disponible en: http://www.san.gva.es/docs/dac/guiasap027terminal.pdf
Para esta bibliografía he elegido un artículo de internet debido a la escasa disponibilidad de libros en la biblioteca por la baja solidaridad de los compañeros. He escogido este artículo porque explica extensamente como surgen los conceptos de paciente terminal y cuidados paliativos y todo el proceso que implica la medicina paliativa (objetivos, organización de la atención, control de síntomas, atención psicosocial y la atención en la agonía)
Aunque la demanda asistencial de aquellas personas que sufren enfermedades incurables ha incrementado debido al progreso médico, no parece que haya conseguido aumentar el grado de satisfacción de estos pacientes. Ello se debe, entre otros, a los siguientes factores:
- La tendencia a tratar los problemas del paciente en su variante puramente biológica.
- La obstinación innecesaria de prácticas diagnósticas y terapéuticas inútiles.
- El vacío asistencial que puede producirse una vez que el paciente se encuentre en la fase terminal.
- La falta de comunicación con el paciente y su familia.
El concepto de paciente terminal surge de la atención a personas con cáncer en fase avanzada y posteriormente se extendió a otras enfermedades con características similares (patologías crónicas), define enfermedad terminal como aquella que no tiene tratamiento específico curativo, y que por ello conlleva a la muerte en un tiempo generalmente inferior a seis meses; es progresiva; provoca síntomas intensos, multifactoriales, cambiantes y conlleva un gran sufrimiento en la familia y el paciente, aunque para considerar a una enfermedad como terminal se basan en unos parámetros objetivos y en la propia situación del enfermo (nivel de autonomía, síntomas,…)
En las situaciones terminales el objetivo de la atención médica no es el “curar” sino el de “cuidar” al paciente. Se trata de proporcionar la máxima calidad de vida hasta que acontezca la muerte. Con esta finalidad surgió una nueva forma de atención médica integral que se denominó cuidados paliativos, no relacionándola la de ningún modo con la eutanasia.
Los objetivos y bases terapéuticas de la medicina paliativa son:
· Bienestar del paciente
· Atención integral: el paciente y su familia son considerados como una unidad, proporcionándoles una atención integral e individualizada.
· Control de los síntomas
· Apoyo emocional y comunicación: la información facilita que el sujeto desarrolle mecanismos adecuados para luchar contra la enfermedad y el sufrimiento.
· Domicilio como centro asistencial
La organización del proceso de atención al paciente terminal debe desarrollarse en el marco de la atención primaria porque es el nivel de asistencia más cercano al domicilio del paciente ya que los servicios de cuidados paliativos son proporcionados por un equipo interdisciplinario de profesionales en el hogar.
Control de los síntomas
El dolor, aparece como el síntoma más temido, aunque no siempre es el más frecuente. Otros síntomas a destacar por su frecuencia e impacto son la anorexia, la astenia, la pérdida de peso y debilidad, síntomas gastroinstestinales (náuseas ,vómitos, estreñimiento) y síntomas respiratorios (tos y disnea)
Otro instrumento terapéutico básico en la atención a pacientes terminales y a su familia es la atención psicosocial en el proceso de adaptación a la enfermedad terminal ya que los pacientes pueden presentar desequilibrios emocionales que pueden acabar en trastornos psiquiátricos (ansiedad y depresión reactivas, insomnio) y debido a que la familia también atraviesa este proceso de adaptación, incluso, con niveles mayores de ansiedad que el propio paciente requieren igualmente una atención especial.
Durante la fase agónica debe reforzarse el objetivo terapéutico, dirigido, más si cabe, a proporcionar comodidad al paciente y familiares. En esta fase es fundamental el control de los síntomas, sobre todo, del dolor.
Bibliografía realizada por Cristina Felipe Sánchez a 28 de Octubre de 2011.
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